EL SóLIDO MATRIMONIO DE ANNE HATHAWAY Y ADAM SHULMAN: DOS HIJOS, VIDA HOGAREñA EN NUEVA YORK ALEJADA DE LOS FOCOS Y TATUAJES COMPARTIDOS CON MENSAJE

Tras unos años un poco difíciles, especialmente por los vaivenes que atravesó su imagen pública –como dijo en la reciente entrevista de portada para Vanity Fair, “muchas personas no me daban papeles porque estaban muy preocupadas por lo tóxica que se había vuelto mi imagen en internet"–, Anne Hathaway vuelve en 2024 a ser una de las actrices de Hollywood que más prensa positiva genera (con permiso de Zendaya).

En los últimos meses ha multiplicado su presencia en publicaciones y programas de televisión recordándonos por qué, tras más de dos décadas de carrera, es una de las intérpretes más carismáticas del siglo XXI. En ello ha tenido mucho que ver el estreno de su último proyecto, La idea de tenerte (The Idea of You), con toda la maquinaria de Amazon MGM Studios y Prime Video detrás y que se puede ver en streaming desde principios de mayo.

La película se ha sumado al reciente renacimiento de las comedias románticas espoleado por la Cualquiera menos tú (2023) de Sydney Sweeney, y está centrada en una madre soltera de 40 años (Anne Hathaway) que lleva a su hija al festival de Coachella, donde conoce y entabla un romance con el vocalista (Nicholas Galitzine) de una de las bandas más populares del planeta, que es 16 años menor que ella.

Es una vuelca de tuerca al género –basada en el bestseller de la autora Robinne Lee del mismo título– que le ha valido buenas críticas a Hathaway – “Ofrece una actuación particularmente encantadora y vulnerable. Está radiante como una mujer que reconecta con poderosas y vertiginosas emociones y se recuerda a sí misma que esos sentimientos no son territorio exclusivo de los jóvenes”, publicó sobre ella New York Magazine–.

Durante la promoción del largometraje, la actriz ha compartido muchos momentos de alfombra roja con su joven compañero de reparto, Nicholas Galitzine, pero como suele ser habitual en ella, ha separado su vida personal de la profesional. Por ello no la hemos visto posar junto al que es su marido desde 2012, el productor (y también antiguo actor y empresario) Adam Shulman (estuvo detrás de la cinta La vida en una canción, de 2014, en la que actuaba ella), con quien vive junto a sus dos hijos a muchos kilómetros de Hollywood, en un apartamento en el Upper West Side de Manhattan.

No es que Hathaway y Shulman rehuyan siempre las cámaras, pero solo se les suele fotografiar juntos en eventos públicos muy puntuales y especiales, como desfiles de moda (el año pasado fueron captados en compañía de Anna Wintour en uno de Valentino), galas benéficas (recientemente, en una organizada por la fundación de George y Amal Clooney) o grandes festivales de cine (en 2022 sí recorrieron del brazo la alfombra roja de Cannes), pero por lo general ambos prefieren la discreción.

Eso tampoco quita que cuando a ella le preguntan en las entrevistas sobre él, se deshaga en elogios hacia un hombre que le cambió la vida en más de un sentido. A Harper’s Bazaar UK, por ejemplo, le detalló en 2013 la impresión que le causó Shulman cuando lo conoció en el Festival de Cine de Palm Springs en 2008, donde confesó a un amigo mutuo que “me voy a casar con ese hombre… Supe desde el primer segundo que él iba a ser el amor de mi vida”.

Cuando se produjo ese encuentro, Hathaway tampoco pasaba por uno de sus mejores momentos personales. Sobre todo por el estrés y los problemas surgidos a raíz de su relación anterior con el promotor inmobiliario italiano Raffaello Follieri, con quien empezó a salir en 2004.

Cuatro años después, en 2008, Follieri fue arrestado bajo cargos de haber defraudado millones de dólares a inversores haciéndose pasar por agente inmobiliario del Vaticano, y el FBI llegó incluso a confiscar los diarios personales de Hathaway como parte de la investigación. Ella no fue acusada de nada, pero él, después de declararse culpable, fue condenado a cuatro años y medio de cárcel en otoño de ese año, más o menos coincidiendo con cuando Shulman entró en la vida de Hathaway.

“Sabía que no le podía haber conocido en peor momento…”, confesó en la mencionada entrevista a Harper's. “Le dije: ‘Creo, porque quiero creer, que lo que me acaba de pasar es una excepción y no la regla, y que hay personas que son buenas y tú eres una de ellas. No estoy en un buen lugar ahora mismo, pero quiero que esto salga adelante’. Y él nunca me ha hecho daño desde entonces”.

No solo no le hizo daño, sino que Shulman fue clave para que recuperara esa confianza perdida, según admitió a Elle en 2017: “Él cambio mi capacidad para vivir en el mundo… Creo que hemos aceptado ya la narrativa de que las mujeres no necesitamos a nadie, pero yo necesito a mi marido, su amor tan único me ha cambiado”.

En septiembre de 2012, tras cuatro años juntos, Hathaway y Shulman se casaron siguiendo el rito tradicional judío y bajo el idílico paisaje californiano de Big Sur. Él estudió teatro y luego actuó en algunas series (llegó a hacer un cameo en El ala oeste de la Casa Blanca), pero tiene muchas otras inquietudes, entre ellas la creación de joyas (también es el copropietario de una joyería) y se encargó de diseñar el anillo con el que le pidió matrimonio a Anne. Y aunque ellos no dieron detalles sobre la ceremonia, sí que se sabe que no invitaron a ninguna gran estrella y que la única personalidad del mundo del cine entre los asistentes fue la habitual doble de ella en las escenas de riesgo.

Después de la boda subastaron su primera foto de casados para recaudar fondos para Freedom to Marry, una ONG que luchaba por los derechos matrimoniales de las personas del mismo sexo (entonces no se podían casar en buena parte de Estados Unidos). Poco después, compraron el apartamento neoyorquino en el que todavía residen –por más de 2,5 millones de dólares– para vivir y tener hijos lejos de los focos de Hollywood, algo que hoy imitan un buen número de celebrities (Matt Damon entre ellas).

Concebir no fue sin embargo nunca fácil para el matrimonio, como ella misma admitió en un post en Instagram para anunciar su segundo embarazo: “No es para una película... Bromas aparte, para todos aquellos que están sufriendo el infierno de la infertilidad y la concepción, por favor, tened en cuenta que para mí nunca ha sido fácil quedarme embarazada. Os envío mucho amor”.

En la entrevista que Hathaway concedió este año a Vanity Fair dio más detalles, contando cómo en 2015 sufrió un aborto involuntario mientras actuaba en un espectáculo en el off-Broadway: “La primera vez no me fue nada bien. Estaba haciendo una obra de teatro y cada noche tenía que dar a luz en el escenario… Era demasiado duro reprimirme mientras estaba ahí fingiendo que no pasaba nada".

Un año después, en 2016, dieron por fin la bienvenida a su primer hijo, Jonathan Rosebank Shulman, y unos meses después de dar a luz, Hathaway declaró a Entertainment Tonight que su marido “como esperaba, es un padre espectacular”.

A finales de 2019 nació su segundo hijo, Jack Shulman, que fortaleció aún más el vínculo de una pareja que parece inquebrantable y que disfruta más de los ratos de intimidad en su hogar que de las grandes apariciones públicas.

Para celebrar su 11º aniversario de casados el año pasado tenían previsto salir por Nueva York, pero la intensa lluvia les obligó a cambiar de planes y acabaron quedándose en casa viendo series, algo que ella agradeció aún más, según contó en una aparición en el Late Night de Seth Meyers: “Estaba acurrucada en su pecho viendo Abbott Elementary durante tres horas y pensé: 'Soy tan feliz, él es el hombre más adecuado para mí”.

Muchos fans se han dado cuenta de que ambos tienen la letra ‘M’ tatuada en sus muñecas y Anne Hathaway explicó su significado cuando se lo preguntó la también actriz Drew Barrymore en su programa: “La idea es que individualmente somos personas, pero juntos somos más… Yo no espero que él me complete y él no espera tampoco que yo lo haga. Somos nuestras propias personas y elegimos estar juntos porque creemos que nos hacemos mejor el uno al otro”.

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